viernes, 22 de abril de 2011

Su muñeco aún forma parte de mí.

Iba con mi abuela,como cada día de guardería,con mi mochila de los teletabis,lo que se llevaba;lo que me encantaba.Iba feliz a la guardería;pues sabía que él estaría allí esperándome,como cada día.
-Pórtate bien,no te manches mucho,no dejes nada en el plato de comida,se buena,te quiero -mi abuela me dio un beso,yo sonreí,contenta.
Corrí lo más rápido que pude hasta llegar al patio,donde se supone que él estaría esperándome.Dejé la pequeña mochila tirada por ahí,crucé la puerta,y le busqué entre todos los niños.
Unos minutos después,me di cuenta de que no estaba,aún no había llegado,supuse.Pero pasaron las horas y no aparecía por clase.¿Estaría malo? De todas formas intenté pasármelo lo más genial que pude con mi mejor amiga en esos momentos.Sonreía,aunque no estaba feliz ese día.Parecía que nunca se iba a acabar aquello,era una mañana horrible,y para colmo,llovía.No podría salir a jugar al parque y tampoco podría jugar a las casitas.Acabé durmiendo antes de lo previsto.Ni siquiera me despertaron para comer,pero no me importaba.
-¡Abuela! -nada mas verla salté a sus brazos,aferrándome a ella,con la mochila en la espalda
-Cielo,¿como te lo pasaste?¿Viste hoy a I.? -sonrió,pero ahora era yo la que no lo hacía.
-No vino -respondí,algo triste,desanimada.
-Bueno cielo,ya vendrá,a lo mejor está enfermo,quién sabe -me dio un beso,me bajó al suelo y pusimos rumbo a casa.
A la mañana siguiente,esta vez sin sonreir,aprendí a atarme los cordones de los tenis.Mi madre se alegró bastante,pero yo ahora no podía sonreir.Era frustrante no verle un solo día.Despedí a la abuela con un beso enorme,frunciendo los labios,saludando a mi profesora.Crucé no muy rápido,esta vez,el camino que separaba el patio de juegos de la entrada de la guardería.Y le ví,estaba allí,con una pequeña bolsita en sus delicadas manos.
¡I! -Dejé la mochila tirada donde fuera,sonriendo como una verdadera tonta,corriendo hacia él.Él levantó la cabeza,y se levantó del suelo donde estaba sentado,esperándome-
¡Lala! -Sonrió incluso como yo,abriendo los brazos,esperando que llegara para abrazarle.-
¿Qué te pasó ayer? -Le pregunté,abrazada a él,sonriendo aún-
Estaba malito,y fui a comprarte esto -cogió la bolsita del suelo y me la ofreció-
¿Para mi? -Puse cara de asombro,empezando a sonrojarme,abriendo con cuidado la bolsa,mirandole más a él que al regalo.Puse los ojos como platos al ver el pequeño peluche que me había comprado él.Sabía perfectamente que amaba los perros aunque en aquella época me daban pánico.Era un perro pequeño,color beige,y llevaba una coma del pelo atada al cuello- ¡Me encanta! -le abracé de nuevo,él,después de un rato,dejó de abrazarme,me cogió de las manos y,sin ni siquiera avisar,me dio un beso en la mejilla.


P.D: Ese beso,aún no lo he olvidado.El muñeco tiene 7 años,aún lo guardo,no quiero perder el único buen recuerdo que me queda de él.


3 comentarios:

  1. Precioso....me encanta me ha echo recordar el primer beso que le di a la persona que mas quiero.
    Sigue asi y escribe mas...Un beso

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  2. ohh dios super bonitoooo
    me encanta
    no crees que no tendras mas visitas e.e jaja
    to chulo y le dire a mis maigos y amigas que lo leean que vale la pena

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