sábado, 29 de diciembre de 2012

Cambios.

La verdad es que no había pensado en cambiar a estas alturas. Ya sabes, cambiar de... cambiar. Se siente extraño eso de hacer cosas nuevas y no tan nuevas. Como maquillarse, por ejemplo. ¿Quién no se maquillaba de pequeña? Cuántas habrán dejado de hacerlo con el paso de los años, al igual que yo... Pues hoy he intentado, por decirlo de alguna manera, maquillarme. Cambiar un poco. Oh, venga ya, ¿quién no se aburre de verse siempre igual? Todos los días con los mismos ojos, las mismas gafas -en mi caso-, el mismo peinado, los mismos labios, e incluso la misma ropa. Algún día hasta cambiaré mi nombre, o haré que la gente me llame de otra manera, porque hasta eso me aburre. La verdad es que prefiero dejar eso del maquillaje para las ocasiones especiales, porque no soy muy fan de la pintura, la verdad.
Ese "cambio" me ha servido para ver que en realidad no me aburro de verme siempre igual, si no que simplemente no aprecio lo que veo todos los días. ¿No os pasa a veces? Levantarse por la mañana temprano, esos madrugones por culpa del instituto, mirarse al espejo de pasada, y no parar a mirarse bien y a decirse a si mismo/a cosas bonitas. Como por ejemplo; "hoy tienes unos ojos bastante bonitos" o "¡mira, hasta pareces más delgada!" y demás cumplidos.
¿Conocéis esos calendarios de adviento? Sabéis que cada día tocará un chocolate, pero aún así, hace ilusión coger uno todos los días, y mirar sus dibujos y esas cosas... Pues yo creo que debería de haber un calendario de ese tipo pero para todos los meses del año. En vez de haber chocolates, deberían de haber frases que levanten tu estado de ánimo, así, cada día, las frases recordarán a cada persona lo increíble, bonita, y única que es.


Old times were good.



“Cómo me gustaría que el mundo volviera a ser cursi. Que la humanidad recuperara el sentido romántico de la vida y junto con él, la tradición de los noviazgos largos, las serenatas, las cartitas perfumadas, los apretones de manos entre las rejas de los balcones. Cómo me gustaría vivir en un mundo más discreto y decente, donde el amor fuera una necesidad del alma y no un capricho del cuerpo. Pero qué le vamos a hacer: me tocó vivir en una época insensible, deshumanizada, obscena, en la que nadie respeta ya los sentimientos de los demás.”


24.


Estás en un coche con una persona perfecta, y no te dirá que te quiere, pero te quiere. Tú sentirás como si hubieses hecho algo terrible, como robar en una licorería, o tragar pastillas a montones, o tirarte sobre un suelo sucio y revolcarte, y estás cansada. 
Estás en un coche con una persona perfecta, y estás intentando no decirle que le quieres, e intentando cambiar ese sentimiento, temblando, pero estira su brazo y te toca, creando un sentimiento para el que no existen palabras, y sientes como si tu corazón fuese a salir de tu pecho, ahí es donde te das cuenta de que has descubierto algo que ni siquiera sabes como expresar.


Come. Reza. Ama.

"La gente cree que un alma gemela es la persona con la que encajas 
perfectamente, que es lo que quiere todo el mundo.  Pero un alma gemela auténtica es un espejo, es la persona que te saca todo lo que tienes reprimido, que te hace volver la mirada hacia tu interior para que puedas cambiar tu vida. Una verdadera alma gemela es, seguramente, la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todos los muros y te despierta."